
Es frecuente que las empresas den por sentado que el nivel de compromiso que el empleado siente hacia una empresa es constante. También, muchas veces se da por hecha la productividad laboral, aunque son muchas las circunstancias que influyen en ambas. En estos casos, la cultura organizacional tiene mucho que ver en cómo se siente un empleado en la empresa, su nivel de compromiso, y su productividad. Entonces, ¿qué debe tener una cultura organizacional para hacer la diferencia? ¿qué impacto tiene sobre los empleados?
¿Qué es la cultura organizacional?
Se puede definir como el conjunto de creencias, valores y prácticas compartidas dentro de una empresa. La cultura de una organización es la personalidad de una compañía, sus elementos fijos como: horas de trabajo, cursos de formación, días de vacaciones, festejos internos, cómo es la comunicación, si hay actividades externas, maneras de hacer las cosas, etc. De igual manera, es cómo la empresa es capaz de adaptarse a los cambios que van surgiendo, tanto a nivel interno como en la sociedad.
¿Qué características tiene una cultura organizacional definida?
Una empresa con cultura definida, tiene un propósito y una estrategia definida. Dentro de esas limitaciones, suele ser una cultura flexible, por ejemplo, si se adapta al país en el que opera. Existen culturas aparentemente fuertes que al no saber adaptarse al cambio han perdido su atractivo con los empleados, y por tanto, una de sus ventajas competitivas.
Identidad
Se crea una identidad de empresa, que sea identificativa, tanto por la marca, como por el equipo de trabajo y los clientes. Con esto nos referimos a la asociación de la marca como: colores, forma de trabajar o personalidad de la marca entre otros.
Personalidad
Otra de las características es la de los empleados y sus personalidades. Es decir, en empresas con una cultura flexible, suelen contratar a personas proactivas, con flexibilidad cognitiva y versátiles. Que sean personas que reaccionen de una manera coherente ante cambios repentinos.
¿Qué beneficios tiene el trabajo en este tipo de culturas? ¿cómo es la conciliación de la vida laboral y personal? ¿Cómo se incentiva o penalizan? ¿existen acciones sociales? ¿razón social como empresa? ¿Como es el clima laboral? Todas estas son preguntas que se tienen que hacer en una empresa a la hora de definir una buena cultura.
Dinamismo
La cultura organizacional no debe ser estática, con el tiempo debe cambiarse y revisarse. Un ejemplo es el onboarding de nuevos miembros del equipo, que se integren en el entorno laboral lo antes posible. Esto puede ser interesante, ya que a la hora de tomar decisiones entre los miembros del equipo, puede que influyan o no estén en la misma etapa de conocimiento del producto.
Perspectiva Compartida
Una cultura de empresa definida, también se caracteriza por una perspectiva compartida entre los distintos equipos y departamentos.
La perspectiva compartida de los distintos equipos y departamentos. Que existe una fuerte misión y visión consistentes y claros. Que no sean solo personas satisfechas, si no personas implicadas y comprometidas.
¿Cómo afecta la cultura organizacional en tiempos de pandemia?
Durante la pandemia, las empresas han tenido que renovar de manera repentina sus políticas y maneras de hacer las cosas. En algunos casos, se han inclinado por optar por el balance entre la vida laboral y personal de los empleados para cuidar de su bienestar. Un estudio realizado por Glassdoor, nos confirma que durante la pandemia, las calificaciones relacionadas con satisfacción laboral incrementaron en compañías con una cultura empresarial y valores fuertes.
Como vemos, las culturas organizacionales fuertes no solamente son capaces de adaptarse de una manera exitosa a los cambios, sino que también logran tener en sus filas a trabajadores con una misión y visión alineada a la de la empresa. Esto, además de permitir que los cambios o transiciones fluyan de una mejor manera, permite mantener una mejor comunicación, y a empleados más satisfechos y motivados con su trabajo.
Fuente: Erudit