
Mercurio, plomo o dióxido de carbono son solo algunas de las sustancias tóxicas y peligrosas que se liberan al aire, provocando entre otras consecuencias la destrucción de la paca de ozono.
En numerosas ocasiones nos podemos encontrar con quemas de neumáticos usados, bien en vertederos ilegales, o bien porque son usados como barricadas en protestas y manifestaciones.
Una práctica muy peligrosa, no solo por el incendio propiamente dicho, sino porque la incineración provoca consecuencias muy graves tanto para la salud como para el ozono de la atmósfera.
La capa de ozono es una franja frágil de gas que protege la Tierra de los efectos nocivos de los rayos solares.
Esta capa se extiende a lo largo de toda la estratosfera y tiene una importancia fundamental para la vida en el planeta, ya que las moléculas de ozono actúan como escudo de la peligrosa radiación ultravioleta.
En la década de los setenta, los científicos detectaron que ciertos productos químicos estaban dañando la capa de ozono, y lo que es más grave, sobre la Antártida el adelgazamiento de esta capa era tan intensa que se había formado un agujero que podía traer consecuencias muy graves para el ecosistema.
Investigaciones posteriores revelaron que los principales causantes de la reducción del ozono eran los clorofluorocarbonos (CFCs), presentes sobre todo en sprays, sistemas de refrigeración y aires acondicionados.
Sin embargo, además de estas sustancias químicas, que por medio del Protocolo de Montreal de 1987 fueron prohibidas a nivel global, hay otros agentes destructores de la capa de ozono que se pueden evitar con responsabilidad y una correcta gestión.
Por ejemplo, se ha demostrado que la quema de neumáticos abandonados descarga grandes cantidades de sustancias tóxicas al aire libre, que genera daños fatales para la salud y para el medio ambiente.
En un incendio de neumáticos se liberan sustancias como mercurio, plomo o dióxido de carbono y todas ellas muy contaminantes. Esta emisión de gases, conocida como «humo negro» representa un peligro para la naturaleza, ya que contribuye a la alteración del equilibrio atmosférico y al deterioro de la capa de ozono.
Fuente: www.abc.es