
Cada vez somos más conscientes de la importancia que el peso tiene sobre la salud de nuestro organismo.
Año tras año, la reflexión se repite en el mes de enero, después de los excesos en alimentación que hemos cometido durante la época navideña.
También es buen momento para valorar el papel que puede desempeñar en las relaciones laborales.
Cómo nos afecta el sobrepeso
Según datos recientes, casi el 82% de la población considera que tiene peor imagen social una mujer con obesidad que un hombre en la misma situación.
Un 65% opina que una persona delgada lo tiene más fácil a la hora de encontrar trabajo que una persona con exceso de peso, y un 72% lo consideran como un impedimento a la hora de encontrar pareja sentimental.
Y llamativo resulta que cerca del 40% desea perder peso motivado por cuestiones estéticas o sociales y no de salud.
El sobrepeso es un factor de riesgo en la siniestralidad laboral
La prevalencia en la población activa alcanza más del 15% del total.
La obesidad es ya en sí misma un factor de riesgo en la siniestralidad laboral y una de las causas más frecuentes de absentismo, registrándose ausencias en una media de 8,5 días al año, mientras que en el caso de trabajadores con normopeso la cifra desciende a 3,7 días al año.
¿Cuándo consideramos que es sobrepeso?
La OMS define el sobrepeso como un Índice de masa corporal en el adulto igual o superior a 25, expresando la masa en kilogramos y la estatura en metros. Sin embargo, el valor obtenido no es constante.
El sexo, la raza y la proporción de masa muscular son algunas de las variables a tener en cuenta.
Por tanto, sólo el médico es capaz de definir un valor correcto según las características de cada uno.
¿Cuáles son los diferentes tipos de sobrepeso?
Se pueden distinguir dos grupos:
- La obesidad androide se localiza en cara, cuello, tronco, parte superior del abdomen y es más frecuente en los varones.
- Puede condicionar dificultad para respirar incluso con mínimos esfuerzos e interferir en el sueño, causando somnolencia durante el día, ansiedad y falta de concentración entre otras complicaciones, con especial riesgo en trabajos que implican la manipulación de maquinaria o la conducción de vehículos.
- La obesidad ginecoide es la más frecuente en la mujer, con acúmulo en abdomen inferior, caderas y nalgas.
- La obesidad abdominal se ha vinculado con un mayor riesgo de enfermedad coronaria, hipertensión arterial, diabetes de comienzo en la edad adulta e hiperlipidemia.
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Fuente: https://www.asepeyo.es